En las ultimas tres décadas Chile se ha consolidado como un productor y exportador de producto hortofrutícola, adquiriendo prestigio y confiabilidad por los mercados, a ello se suma además que se ha transformado en una plataforma de alimentación sana y segura para el mundo; Sana porque cada ves mas los productos agrícolas se están acogiendo a certificaciones y deacuerdo manejos acorde a los nuevos tiempos para este tipo de producto, entregándoles a los consumidores la posibilidad de saber y poder constatar quien y de donde proviene cada uno de los productos a consumir; Segura, porque conforme a los últimos sucesos de de relevancia mundial (Atentados terroristas) Chile y parte de vecindario sudamericano cuenta con tranquilidad de los principales mercados consumidores de estos productos (EEUU, Europa y Asia).
En conformidad a lo planteado anteriormente no se debe descuidar en ningún momento los indices de calidad en toda la cadena de producción, procesamiento y comercialización hortofrutícola. Chile Actualmente exporta en una temporada alrededor de 130 millones de cajas de fruta fresca, con una tasa estimada de crecimiento para los próximos 5 años correspondiente al 12%.
Pero esta cifras a mi juicio deben ser traslapadas con los mercados de competencia Sudamericano directas e indirectas léase Perú, Argentina y Brasil, pues las superficies de plantación han aumentado considerablemente, las restricciones de ingresos a los principales mercados están siendo levantadas y los mas importante es que están tomando el modelo Chileno para competir en un futuro cercano.
Raúl González Núñez le apasiona de sobremanera el sector exportación, y es en este sentido que ha privilegiado su formación profesional en los sectores de producción de fruta fresca, específicamente producción y procesamiento de pomáceas, carosos y cítricos.
Comentar a modo de ejemplo la importancia del grado de madurez de la fruta al momento de la cosecha, es un factor de primera importancia, debido a que de él depende principalmente la palatabilidad y aceptación del producto por el consumidor, además de la duración de almacenamiento y perdurabilidad en el tiempo de los frutos.
Cuando la fruta se cosecha inmadura, aunque reciba los más adecuados manejos de post-cosecha, su calidad comestible y de presentación será inferior que la que se cosecha con la madurez óptima y es, además, muy susceptibles a desordenes fisiológicos que disminuyen considerablemente el periodo de almacenamiento y la aptitud comercial debido a que son frutos con escaso desarrollo de color, serán ácidos, más duros y más propensos a deshidrataciones de almacenaje. También una cosecha prematura implicará perdidas de kilogramos de fruta pues estas son más pequeñas, lo que generaría un rendimiento por hectárea inferior a lo esperado.
Así como también la fruta que se cosecha muy madura no resistirá un almacenamiento prolongado, debido a la rápida perdida de consistencia de la pulpa y de sus cualidades organolépticas, como también de la predisposición de ciertas alteraciones fisiológicas como pardeamiento interno, escaldado senescente y corazón acuoso entre otros; y se hace más susceptible al ataque de microorganismos patógenos causantes de las pudriciones en donde destacan los hongos.
En conformidad a lo planteado anteriormente no se debe descuidar en ningún momento los indices de calidad en toda la cadena de producción, procesamiento y comercialización hortofrutícola. Chile Actualmente exporta en una temporada alrededor de 130 millones de cajas de fruta fresca, con una tasa estimada de crecimiento para los próximos 5 años correspondiente al 12%.
Pero esta cifras a mi juicio deben ser traslapadas con los mercados de competencia Sudamericano directas e indirectas léase Perú, Argentina y Brasil, pues las superficies de plantación han aumentado considerablemente, las restricciones de ingresos a los principales mercados están siendo levantadas y los mas importante es que están tomando el modelo Chileno para competir en un futuro cercano.
Raúl González Núñez le apasiona de sobremanera el sector exportación, y es en este sentido que ha privilegiado su formación profesional en los sectores de producción de fruta fresca, específicamente producción y procesamiento de pomáceas, carosos y cítricos.
Comentar a modo de ejemplo la importancia del grado de madurez de la fruta al momento de la cosecha, es un factor de primera importancia, debido a que de él depende principalmente la palatabilidad y aceptación del producto por el consumidor, además de la duración de almacenamiento y perdurabilidad en el tiempo de los frutos.
Cuando la fruta se cosecha inmadura, aunque reciba los más adecuados manejos de post-cosecha, su calidad comestible y de presentación será inferior que la que se cosecha con la madurez óptima y es, además, muy susceptibles a desordenes fisiológicos que disminuyen considerablemente el periodo de almacenamiento y la aptitud comercial debido a que son frutos con escaso desarrollo de color, serán ácidos, más duros y más propensos a deshidrataciones de almacenaje. También una cosecha prematura implicará perdidas de kilogramos de fruta pues estas son más pequeñas, lo que generaría un rendimiento por hectárea inferior a lo esperado.
Así como también la fruta que se cosecha muy madura no resistirá un almacenamiento prolongado, debido a la rápida perdida de consistencia de la pulpa y de sus cualidades organolépticas, como también de la predisposición de ciertas alteraciones fisiológicas como pardeamiento interno, escaldado senescente y corazón acuoso entre otros; y se hace más susceptible al ataque de microorganismos patógenos causantes de las pudriciones en donde destacan los hongos.
En este sentido Raúl González Núñez se ha desempeñado con gran éxito en los programas y trabajos realizados en esta área, en el cual, y conforme a su formación profesional aplica los conocimientos en función de los programas de trabajo de las empresas, deacuerdo a los requerimientos de mercado.
A continuación se dará a conocer muy sucintamente algunas las ejecuciones llevados a cabo en estas áreas
